En el folclore árabe se habla de unos demonios femeninos, denominadas Algolas, y que aparecen con un aspecto horrendo: la cabeza de perro con la lengua bífida, los cabellos son un manojo de serpientes contorneantes y el cuerpo sin forma como el de un pulpo.
Estos monstruos, que viven
habitualmente en ruinas de casas y castillos, aparecen por la
noche en los caminos, transformados en toda clase de
animales pero principalmente en hermosísimas mujeres, con
el fin de seducir a los caminantes para llevarlos a lugares
apartados donde poder matarlos y beber su sangre. Son conocidas
por su extrema sensualidad y lujura que utilizan para atraer a los
hombres solitarios.
Según se dice pueden ser eliminadas por medio de una invocación a Alá o propinandoles, en su caso, un buen golpe con la espada.
Los árabes denominaron Alghul (la actual Algol) a la estrella de la constelación de Perseo que representa la cabeza de la Medusa, con quién comparte su aspecto horrendo.
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