En
un mito de creación javanés aparece Batara Guru, el divino
maestro, como el dios de los cielos y creador
de la tierra. Se le representa con cuatro brazos
y situado de pie sobre un toro.
Al parecer una de sus hijas se cayó dede los cielos al mar y para evitar que se ahogara comenzó a tirar arena y polvo al mar formando así las primeras islas. Pero la serpiente del océano, Naga Pahoda, las inundó para evitar que desapareciera el medio acuático donde vivía. Entonces Batara Guru envió también metales para dar consistencia al polvo e hizo así unas islas mas fuertes. La serpiente del mar lanzó toda su furia contra ellas pero no pudo deshacerlas.
De esta forma se crearon los archipiélagos y continentes donde posteriormente comenzaron a vivir los hombres.
También en leyendas javanesas aparece Batara Guru como el coadyuvante en la creación de la vegetación terrestre a través de Tisnawati, hija de la serpiente Antaboga.