Al norte de
Indonesia, en las islas Filipinas, hay una leyenda que habla
de un dragón alado, tan grande como una isla, que tiene el
pico y las garras
de metal y que sus alas están
formadas por plumas recias como espadas. Su nombre es Minokawa.
Está agazapado en la parte oriental del archipiélago y solo surge de las nubes cuando la luna está llena y trata siempre de atraparla. Cuando lo consigue se produce un eclipse.
Los habitantes de las islas salen de sus casas con instrumentos capaces de producir mucho ruido con el fin de ahuyentar el dragón ya que temen que después de la luna trate de engullirse el sol y a todos los habitantes de la tierra. Se dice que el dragón, al escuchar el estruendo que producen, se acerca a la tierra para observar que sucede con lo que abre la boca y libera la luna de su interior.
207