El joven Cadmo, al enterarse de que su hermana
Europa había sido raptada por Zeus, se puso a buscarla
por todas partes junto con sus hermanos. Como no la encontraba
acudió a consultar el oráculo de Delfos donde la
pitonisa le aconsejó que debía abandonar la
búsqueda y que, en su lugar, siguiera el camino de una
vaca hasta donde cayera fatigada, y que allí fundara
una ciudad.
Cadmo compró una vaca marcada con una luna llena en cada ijada y la siguió hacia el este hasta que se paró a descansar. En ese lugar fundó Tebas y ordenó a sus compañeros que fueran a buscar agua lustral para sacrificar la vaca en honor de Atenea.
Estos se dirigieron a la cercana fuente Castalia, consagrada a Ares, la cual estaba protegida por una enorme serpiente que se enfrentó con ellos matando a la mayoría. Enfurecido Cadmo se dirigió a la fuente y, por consejo de Atenea, se cubrió el cuerpo con una piel de león para poder acercarse sin levantar sospechas de la serpiente. Cuando ya estuvo cerca la mató aplastando su cabeza con una roca.
Después de realizar un sacrificio, también por indicación de Atenea, Cadmo sembró en la tierra los dientes de la serpiente y de allí surgieron los feroces espartanos.
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