En las islas Fidji se venera a una serpiente primordial que tiene la cola de piedra con la que ocasiona los terremotos. Cuando cierra los ojos oscurece y cuando los abre se hace de nuevo la luz, demostrando así su carácter de creador. Vive en el interior del monte Kauvandra donde, también, rige a los muertos.
Pero también es un dios creador ya que incubó el huevo primordial de donde surgieron los primeros hombres.
Es, en realidad, un ser relacionado con las aguas por lo que es capaz de proporcionar la lluvia a sus adoradores. También se dice que fue enseñó a los hombres la técnica del fuego y de la construcció de canoas.
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